Tras pasar más de tres meses internada en México, donde fue atropellada 28 de diciembre pasado por una adolescente de 14 años que conducía alcoholizada, Yésica Samoiloff relató el calvario que vivió en su regreso a la Argentina. “Fue una película de terror como cuando de despertás en un hospital. Era levantarme y que me pongan siete pastillas en la boca, y a los tres días que te digan: ‘Hoy no comés porque te operan’, y así diez veces. No entendía nada”, relató durante una conferencia de prensa ayer a la tarde en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.

La marplatense de 33 años, que permanece en sillas de ruedas, arribó al país este martes alrededor de las 18 y acompañada por su hermana Karen. En la Argentina, continuará con su recuperación para volver a caminar luego de que los médicos del Hospital General de Cancún Jesús Kumate Rodríguez, tuvieran que reconstruirle la cabeza del fémur de la pierna derecha, que la tenía quebrada en tres partes, además de atravesar una infección posterior en la zona intervenida.

“Sobre la atención de México hay buenas y malas. En el campo de la recepción y la seguridad, que es la primera cara que ves, deja mucho que desear. No te dicen dónde está, te atienden de mala gana. Fuera de eso, las enfermeras y los médicos hicieron un trabajo excelente, pese a la falta de insumos, como pasa en cualquier hospital público”, expresó Karen. Además, comentó que supo sobre del accidente de su hermana “por un grupo de Facebook de argentinos en Cancún” y pudo encontrarla “a través de la Cruz Roja Mexicana, que la había asistido”.

Yésica, que se desempeñaba en la ciudad caribeña como modelo y promotora, fue atropellada alrededor de las 23 por un auto Mercedes Benz cuando se trasladaba en una moto junto a un amigo. “Lo único que recuerdo es estar en un semáforo y esperar mucho tiempo, y hablando con mi amigo, nada más”, comentó. La responsable, una adolescente de 14 años en estado de ebriedad, fue demorada por la Policía, pero a las pocas horas recuperó su libertad, mientras que el acompañante, Jesús Buzios, de origen mexicano, murió en el lugar.

“La familia de la menor en ningún momento tuvo la intención de haberse querido comunicar ni con nosotras, ni con la familia de Jesús”, cuestionó Karen, que también aclaró que “recién en mediación quisieron comunicarse, pero era tarde ya para pedir disculpas”. En paralelo, sobre el proceso judicial, aclaró: “Hubo una primera instancia de mediación, de la contraparte fue todo precario, nos querían dar una mínima parte de reparación económica en dos cuotas, lo cual era una burla que no aceptamos nosotros ni la otra familia [la de Buzios]. La carpeta volvió a su origen y están a cargo los abogados”.

Acompañadas por el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Pablo Martínez Carignano, las hermanas agradecieron el apoyo que recibieron del Estado nacional y también de quienes participaron de la campaña para juntar los fondos necesarios (25.000 dólares) para abonar la internación, debido a que Yésica no contaba con una cobertura médica y, pese a encontrarse en una institución pública, debieron pagar el servicio de salud en México. “Agradecemos a la gente, al pueblo y todo el país que se solidarizó mucho con ella. También al Consulado en Playa del Carmen, nos sentimos muy acompañadas, pese a que en un primer momento fue difícil contactarnos”, cerró.

Carignano, por su parte, expresó que se trata de “un día de mucha felicidad” e hizo hincapié en que el Gobierno se puso al tanto del caso de Yésica a través de Viviam Perrone, referente de la ONG Madres del Dolor, cuya participaron también subrayaron las hermanas Samoiloff. “En función de la red de asistencia para las víctimas de tránsito (Línea 149), nos contactamos con la familia, hablamos con Karen y a partir de ahí iniciamos un camino de ayuda y apoyo que termina hoy [por ayer] con la llegada de ellas a Buenos Aires”, concluyó el funcionario.