Buenos Aires, 9 de agosto.- El litigio que mantiene la Argentina con los holdouts por la deuda impaga está en boca de toda la dirigencia. En los últimas horas, jueces de la Corte Suprema sumaron sus opiniones sobre un conflicto a un debate que hasta entonces parecía concernir a políticos y economistas.
"Más allá de las cuestiones financieras, hay un pueblo que sufre las consecuencias de las ejecuciones, de las crisis. La deuda debe ser pagada, pero con el límite de los derechos humanos", dijo el jueves el titular del tribunal, Ricardo Lorenzetti, en declaraciones a radio Cadena 3.
Menos moderado que Lorenzetti fue su colega Eugenio Zaffaroni, quien no dudó en cuestionar a la Corte Suprema de los EEUU por no aceptar la apelación que hizo el Gobierno luego del revés que dio la Cámara al avalar el fallo de Thomas Griesa. "Creo que el escándalo mayor no es Griesa, que es un juez provincial, el escándalo mayor es que la Suprema Corte de Estados Unidos haya dicho ‘no me importa ese país, no me importan esos millones de dólares’", aseguró.
"Griesa ni siquiera es un juez federal, pero toma esta medida con la cual intenta poner en jaque a un país, a toda su economía y discute la soberanía", dijo el ministro a la agencia Télam desde uruguay, donde que participa del Observatorio Latinoamericano en Política Criminal y Reformas Penales (OLAP).
El juez afirmó que la Corte estadounidense "en su historia no es tan brillante como se dice", y que si bien tiene "el mérito de haber sido el primer tribunal de control constitucional en el mundo, también algunos episodios que hacen esperar, a veces, cualquier cosa". Por eso consideró que la presentación del caso en el tribunal de La Haya "vale la pena", pese a que esa demanda fracasó cuando los EEUU desconocieron la jurisdicción.
Zaffaroni señaló, además, que en la actualidad hay una serie de "ataques del poder financiero mundial sobre el poder político", y que lo que sucede con la Argentina "va en la misma dirección".
