La causa que investiga el ingreso irregular de valijas desde Estados Unidos a través de un vuelo privado en el Aeroparque Jorge Newbery dio un nuevo giro este martes. El juez en lo Penal Económico N°2, Pablo Yadarola, aceptó una batería de medidas pedidas por el fiscal Claudio Navas Rial, con el objetivo de reconstruir el operativo que permitió que el equipaje de un jet privado, propiedad del empresario Leonardo Scatturice, no pasara por ningún tipo de control aduanero.

La investigación apunta a determinar si hubo una “instrucción externa” que condicionó el accionar de los agentes de Aduana, Migraciones y la ANAC, y permitió que al menos 10 valijas eludieran los escáneres. Oficialmente se habían declarado solo cinco bultos.

Yadarola solicitó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que identifique todos los vehículos que participaron en el operativo del 26 de febrero, cuando llegó al país el avión Bombardier 5000 matrícula N18RU, proveniente de Miami. Según el análisis de cámaras de seguridad, al menos seis vehículos —algunos pertenecientes a Royal Class, PSA y Aduana— se acercaron al avión mientras se descargaban las valijas.

Entre ellos, se destaca una camioneta negra que luego fue vista dentro del hangar de Royal Class. El juez pidió determinar su titularidad, el motivo por el que se acercó al avión y el rol que cumplió.

También se ordenó identificar a todos los funcionarios presentes durante el procedimiento, con especial atención sobre los aduaneros Cintia Cali, Fernando Carretoni y Omar Beltramino, así como a cualquier agente que haya estado en el hall de control cuando, presuntamente, se les informó a los tripulantes que no era necesario escanear el equipaje.

Además, se investigará el automóvil negro que trasladó al piloto para “sellar” la aeronave, procedimiento que, según los fiscales, también presenta irregularidades.

Las inconsistencias clave

Uno de los puntos más sensibles del expediente es la discrepancia entre el equipaje declarado y el realmente transportado. Las imágenes de la PSA muestran al menos diez bultos bajando del avión, el doble de los informados en el Formulario de Declaración General.

Por eso, Yadarola también pidió ampliar las declaraciones de los dos pilotos que condujeron la aeronave —José Luis Donato Bresciano y Juan Pablo Pinto— para que expliquen las inconsistencias detectadas, esta vez frente a las imágenes del arribo.

La única pasajera del vuelo fue Laura Belén Arrieta, ejecutiva de OCP TECH y presuntamente vinculada a la organización de la CPAC. Al egreso del país se sumó otro directivo de la empresa, Víctor Germán Du Plooy.

Vínculos y sospechas
El avión pertenece a Leonardo Scatturice, empresario recientemente convertido en dueño de Flybondi y señalado como intermediario entre Javier Milei y Donald Trump. Su cercanía al Gobierno y la magnitud de las irregularidades detectadas alimentan las sospechas de trato preferencial y encubrimiento operativo.

Por ahora, no hay imputados formales, pero la Justicia apunta a determinar si se violó el régimen de equipaje y control aduanero, lo que podría configurar delitos aduaneros y contra la administración pública.

La causa, de alto voltaje político, sigue sumando pruebas y promete nuevos capítulos. La lupa está puesta, ahora, en cada detalle del operativo y en la posible