La multinacional de origen sueco SKF, un gigante global en la fabricación de rodamientos, confirmó el cierre de su histórica fábrica en la localidad de Tortuguitas, una medida que deja 145 trabajadores despedidos y marca el fin de la producción local de la compañía tras más de 50 años.

La empresa, que operaba en Argentina desde 1917, se reconvertirá en una importadora de sus propios productos, que ahora traerá desde Brasil.

El secretario general de la UOM, Abel Furlán, lamentó la decisión: “Mientras el mundo cuida su producción, Argentina abre sus puertas a todo lo importado. SKF se va a reconvertir en importadora y perdemos puestos de trabajo”.

La empresa, por su parte, lo atribuyó a una “reestructuración global” para “asegurar nuestra competitividad”.

SKF no era solo una fábrica de rodamientos. Con 650 empleados y dos plantas (Tortuguitas y Rosario), la compañía era un proveedor integral para la industria y el mercado automotriz.

Se instaló en Argentina en 1917, solo diez años después de su fundación en Suecia, y en 1972 comenzó su fabricación local. En 2015, había inaugurado un moderno edificio corporativo y un “Centro de Soluciones (Solution Factory)” para la producción de sellos mecanizados en Tortuguitas.

SKF ofrecía soluciones integrales de mantenimiento industrial y proveía a sectores clave como la automotriz, aeroespacial, energías renovables, naval y de semiconductores.

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