El Gobierno confía en las inflación bajará en los próximos meses y llegar a las elecciones legislativas de octubre con un costo de vida inferior al 1 por ciento. Pero para eso, primero hay que hacer borrón y cuenta nueva ya que, aunque algunos supermercados rechazaron las listas de los mayoristas con aumentos post salida del cepo al dólar con ajustes entre 10 y 15%, otros ya lo trasladaron a las góndolas.
La Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM) ya rechazó las listas con aumentos de precios por parte de las empresas proveedoras por considerarlos justificados.
Los aumentos preventivos llegaron para acompañar una suba del dólar en torno a los $1.400, el tope de la banda de flotación. Pero con un dólar a la baja (cerró el miércoles a $1.160) crece la presión para que aquellos que ajustaron sus precios los retrotraigan.
Eso explica que Luis Caputo se haya involucrado personalmente en la disputa entre fabricantes y supermercadistas para no convalidar remarcaciones en las listas de precios tras la salida del cepo. El ministro de Economía presiona a los supermercados otros sectores para que bajen los precios que subieron.
El economista Miguel Boggiano consideró que el dólar seguirá bajando en las próximas semanas y que eso contribuirá a un descenso de los precios.
“Para junio o julio probablemente se verá una inflación por debajo del 2 por ciento”, dijo Boggiano en declaraciones al programa Cristina sin vueltas, conducido por Cristina Pérez en radio Rivadavia.
Boggiano diferencio este plan económico de la convertibilidad, en el hecho de que hay tipo de cambio flotante, no fijo, y que el gobierno mantiene a rajatable el equilibrio fiscal.
“El Gobierno no sólo confirmó la meta de superávit fiscal, sino que la aumentó, a 1,6% del Producto Bruto, eso es clave”, destacó Boggiano.
El razonamiento que hacen en el oficialismo para sostener que los precios deberían bajar es que mientras en diciembre de 2023 el dólar estaba a $840, hoy, a pesar de inflación del 2024, ronda los $1.160, con una tendencia a la baja tras el nuevo esquema cambiario. El dólar históricamente fue usado como referencia para aumentar precios, incluso en rubros sin vinculación directa con la divisa, señala.
En este nuevo contexto, surge la pregunta clave: ¿Pueden bajar los precios en supermercados cuando muchos productos formaron sus valores con un dólar a $1400 o más?
En la Casa Rosada consideran que los precios de alimentos e insumos deberían reacomodarse hacia abajo, reflejando el descenso del dólar.
Sostienen, además, la necesidad de recortar márgenes de ganancia, especialmente los derivados del negocio financiero y las promociones encubiertas, es una de las claves para una baja efectiva.
“Es necesario preguntarnos cuál debería ser el precio actual de los productos que consumimos, ajustado al dólar real de hoy y no al de $1400 o $2000 que algunos usaron como referencia”, señalan en el equipo económico. Y consideran que comparar y difundir cómo cambiaron los precios en la última semana puede aportar transparencia y presionar por ajustes.
> Prepagas: otra suba
Mientras el dólar libre cayó de $1230 en enero a $1160, las empresas de medicina prepaga anunciaron un aumento del 3,5% para mayo que se suma a una escalada que ya acumula un 17,05% en lo que va de 2025.