El Gobierno nacional oficializó este jueves el inicio del proceso de privatización total de Energía Argentina (Enarsa), la empresa estatal que concentra buena parte del negocio energético del país, incluyendo generación, transporte e importación de combustibles. La primera etapa será la venta de las acciones que posee en Citelec, firma que a su vez controla a Transener, la principal transportista de energía eléctrica de la Argentina.
La operación, que se concretará mediante un concurso público nacional e internacional, podría recaudar unos 150 millones de dólares, según estimaciones privadas. El Estado posee el 50% de Citelec, mientras que la otra mitad está en manos de Pampa Energía, del empresario Marcelo Mindlin. Enarsa, a través de esa participación, controla el 52,65% del paquete accionario de Transener.
A través de la resolución 1050 publicada en el Boletín Oficial, la administración de Javier Milei le dio ocho meses de plazo al proceso, que se canalizará mediante la plataforma CONTRAT.AR. La Agencia de Transformación de Empresas Públicas será la encargada de coordinar las acciones junto con la Subsecretaría de Energía Eléctrica, que elaborará la documentación técnica y contractual necesaria.
Enarsa: un gigante estatal con presencia en todo el país
Enarsa fue creada en 2004 y hoy es controlada casi en su totalidad (97,94%) por el Estado nacional. Pero también participan del capital accionario varias provincias, entre ellas San Juan, que posee un 0,12%. La empresa tiene ramificaciones en casi todas las áreas del sistema energético, desde centrales termoeléctricas hasta parques eólicos y el gasoducto de Vaca Muerta.
Además de su participación en Transener, Enarsa tiene mayoría accionaria en las termoeléctricas San Martín (Timbúes) y Manuel Belgrano (Campana), en la firma Enarsa Servicios (que ejecutó el gasoducto a Vaca Muerta), en Enarsa Patagonia (exploración y explotación de hidrocarburos en el sur) y en proyectos de energía renovable como Vientos de la Patagonia 1 (Chubut) y el parque eólico Arauco (La Rioja).
La firma también es responsable de la importación de gas natural licuado (GNL), fueloil y gasoil, claves para el abastecimiento del sistema eléctrico en picos de demanda, y opera en coordinación con centrales binacionales como Yacyretá y Salto Grande.
El anuncio marca el inicio de un proceso más amplio que busca reducir el peso del Estado en sectores estratégicos. Además de Enarsa, el Gobierno ya puso en marcha iniciativas similares para privatizar empresas como Belgrano Cargas. En el caso energético, aún queda por definirse el futuro de otras participaciones estatales en generación, transporte y distribución.

