La electrificación de vehículos, automatización industrial, digitalización de procesos, inteligencia artificial aplicada y un mayor foco en sustentabilidad están en plena etapa de desarrollo en las plantas automotrices argentinas para sostener su competitividad tecnológica, lo que, a la vez, desnuda la escasez de perfiles técnicos con formación específica para operar tecnologías avanzadas.
Según estudios recientes, el 76% de los empleadores del sector automotor tienen dificultades para encontrar los perfiles que necesitan, siendo los más críticos: Ingenieros eléctricos, Especialistas en automatización y robótica, Programadores de software automotriz, Analistas de datos y expertos en machine learning, Diseñadores UX/UI, Técnicos en mantenimiento de robots. Y eso que, si bien hay avances en la producción de vehículos eléctricos, aún existen limitaciones en autonomía, infraestructura y escalabilidad, que postergan las urgencias de conformar un plantel completo para acometerla.
Aún así, Argentina se mantiene como tercer productor automotor de la región, detrás de Brasil y México, con exportaciones que alcanzan el 46% de su producción.
La industria automotriz argentina continúa siendo una de las más relevantes en términos de empleo, producción e inversión, con una estimación de ventas de entre 440.000 y 470.000 unidades para este año.
A nivel mundial, el sector emplea a más de 14 millones de personas, y en Argentina genera 73.000 puestos de trabajo directos: 25.000 en plantas ensambladoras y 48.000 en empresas autopartistas. Pero enfrenta desafíos en inversión en formación y reconversión laboral.
La tasa de rotación en el sector automotor es más baja que el promedio nacional y los salarios se ubican en una posición intermedia-alta: Tecnología ($1.200.000), Energía ($1.050.000), Automotriz ($850.000), ect. La fuerte sindicalización y la escasez de perfiles técnicos elevan los salarios.

