El presidente de la Nación Javier Milei publicó en su cuenta de X (ex Twitter) un posteo en el cual promocionaba una criptomoneda llamada $LIBRA, que supuestamente era parte de un proyecto privado para fondear empresas argentinas, pero que terminó siendo una trampa para un número aún incierto de inversores que salieron a comprar y que perdieron cuando la cripto se desplomó en cuestión de minutos.

Es que tras la intervención de Milei, la criptomoneda voló desde los 0,3 centavos de dólar hasta un pico de 5,54. Una hora después de su pico, se desplomó hasta 1,05. Al mediodía del sábado cotizaba apenas 0,18. En el medio, se dieron una serie de compras y ventas casi instantáneas que generaron suspicacias en redes sociales.

Lo que ocurrió en la noche del viernes fue más parecido a un Rug Pull que a un fondeo legítimo. Es un tipo de estafa que consiste en inflar un activo prometiendo un tipo de retorno o beneficio, para luego desaparecer cuando entraron suficientes personas. No descartan que personas con información privilegiada haya jugado, ganado y salido, para lograr una gran renta.

Al principio intentaron hablar de un hackeo en la cuenta del presidente, pero no faltó mucho para que voceros echaran por tierra eso y reconocieran que el presidente lo escribió. Es más, luego utilizó la misma red social para despegarse del escándalo, pero las esquirlas políticas ya habían llegado a la Casa Rosada.

Referentes de todo el arco opositor al gobierno de Javier Milei, incluida la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, reaccionaron desde la madrugada del sábado al posteo y pidieron conformar una comisión en el Congreso para investigar un posible delito. Hubo letrados cercanos a LLA que explicaron que no necesariamente lo hecho por el presidente se encuadra en una maniobra delictual.