Celulosa Argentina, una compañía de más de 100 años que es la mayor fabricante de papel de la Argentina, oficializó ayer ante la Comisión Nacional de Valores que debió paralizar dos plantas de producción, ante la crisis que la viene afectando, y que ya empezó a impactar sobre los pagos de salarios, es decir, el “capital de trabajo”. Enfrenta una caída del 30% de las ventas

La empresa informó a la CNV que paralizó sus fábricas ubicadas en la Provincia de Buenos Aires (Zárate) y en Santa Fe (Capitán Bermúdez), y que tiene un deuda cercana a los U$S 130 millones.

Ante ese escenario, Celulosa busca un “socio o inversor” que ingrese al negocio y aporte capital.

En mayo, cayó en default y en junio, presentó una propuesta para reestructurar sus deudas con los acreedores, que todavía no logró cerrar. El plan incluye la postergación de pagos de capital por dos años, intereses de 3% en dólares y 5% en pesos, y la subordinación del cobro de U$S 21 millones por parte del accionista mayoritario.