La necesidad que tienen las empresas de proteger sus activos, así como la información y datos que manejan, no ha tenido precedentes. La rápida y constante evolución del mundo digital crea un espacio peligroso, muy complejo y con amenazas cibernéticas realmente peligrosas para la estabilidad de cualquier organización.

Herramientas tecnológicas como el EDR (Endpoint Detection and Response) adquieren, por tanto, una enorme importancia en los más variados sectores empresariales, puesto que ha transformado la ciberseguridad de forma totalmente revolucionaria por ser capaz de ofrecer utilidades avanzadas de detección, análisis y respuestas a amenazas virtuales.

Qué es y qué componentes tiene un EDR
EDR son las siglas de Endpoint Detection and Response, y se refiere a una solución tecnológica sobre ciberseguridad. Su diseño está orientado a la monitorización y análisis continuo en los endpoints, es decir, en los dispositivos finales, como son los servidores, los ordenadores personales y dispositivos móviles para localizar amenazas.
Se trata de un sistema que se diferencia de los tradicionales antivirus, que dependen de la detección basadas en firmas. En este caso, los EDR utilizan técnicas innovadoras y sofisticadas, como pueden ser el machine learning, la inteligencia artificial o el análisis de comportamiento con el objetivo de identificar cualquier actividad sospechosa, incluyendo las que ya han sido catalogadas como amenazas.

Los componentes clave de un EDR son:

1. El monitoreo continuo
Una de las principales características que componen un Endpoint Detection and Response es su capacidad para ejecutar un seguimiento constante de la actividad, en todos y cada uno de los endpoints de una red determinada. Esto significa que también llevará a cabo registros de aplicaciones, conexiones de red, cambios en archivos y otros muchos eventos considerados críticos indicativos de un ataque en curso.

2. Detección en base al comportamiento
Los EDR van más allá de las firmas conocidas al utilizar algoritmos de aprendizaje automático con los que reconocer los comportamientos anómalos relacionados con supuestas actividades negativas o maliciosas, como pueden ser la escalada de privilegios o los movimientos laterales dentro de la propia red.

3. Respuesta automatizada
El EDR responderá automáticamente en cuanto detecte una amenaza, ya sea aislando el endpoint afectado, eliminando procesos sospechosos e incluso bloqueando conexiones que sean perjudiciales. De este modo, se reduce al máximo el tiempo de exposición, eliminando el riesgo de un ataque más peligroso.

4. El análisis digital forense
Los datos recopilados por los EDR se utilizan, a posteriori, para el análisis forense de un accidente con el objetivo de facilitar a los equipos de seguridad entender el error y/o el alcance del mismo y actuar en consecuencia, previniendo futuros ataques.

Para qué sirve un EDR
La función más importante que debe cumplir un EDR es ofrecer un sistema eficaz y proactivo contra las amenazas cibernéticas, con especial enfoque en aquellas que son capaces de superar los niveles de protección de los sistemas de seguridad tradicionales.

Estas son las funciones clave de un EDR:

1. Detectar amenazas avanzadas
El ransomware, el malware sin archivos y otros ciberataques modernos están especialmente diseñados para evadir las defensas habituales, sin embargo, el EDR está capacitado para detectar estas amenazas analizando patrones de comportamiento. Así mismo, puede correlacionar eventos sospechosos a través de diferentes endpoints.

2. Respuesta rápida
Gracias a la actividad de los EDRs, las empresas podrán ofrecer una respuesta prácticamente inmediata a las amenazas ya identificadas, reduciendo significativamente el tiempo del ataque.
3. Cumplimiento normativo
Por último, merece la pena hacer mención a la necesidad de implementar medidas de seguridad adecuadas para proteger la información personal de las organizaciones, debido a la obligatoriedad que imprimen muchas regulaciones, como pueden ser el GDRP y la HIPAA. Con el EDR se cumple con los requisitos normativos, ya que presenta excelentes capacidades de monitoreo, auditoría y respuesta.

Medidas de seguridad que necesita un EDR
Aun siendo herramientas realmente poderosas que cumplen con su misión de forma optimizada, no hay que dejar de lado su integración y el modo en que se utilicen dentro de la estrategia global de seguridad de una organización para que ofrezca la máxima eficacia y rendimiento.

Estas que se detallan a continuación son algunas de las medidas de seguridad que complementan la función de un EDR.

Integración con otras soluciones de seguridad

Es posible aumentar la eficacia de un EDR. Para lograrlo, es fundamental que sea capaz de alcanzar una perfecta integración con otras herramientas de seguridad, como son los populares firewalls, pero también con sistemas IPS (prevención de intrusiones), SIEM (Soluciones de Gestión de Información y Eventos de Seguridad), así como plataformas de acceso e identidad.

De este modo, se permite una visión más amplia y completa del entorno de seguridad, facilitando al mismo tiempo la correlación de datos para detectar de forma más precisa las posibles amenazas.

Actualización y gestión de parches
Es obligatorio mantener una actualización constante de los endpoints si se quiere estar protegido. Es necesario, por tanto, llevar a cabo una política de gestión de parches robusta que asegure que absolutamente todos los dispositivos dentro de la red estén a salvo contra exploits que pudieran ser utilizados por piratas y otros actores con malas intenciones.

Segmentación de red y control de acceso
Como es sabido, si un endpoint amenazado se encuentra ubicado en un segmento aislado, el daño potencial se va a reducir notablemente. Por este motivo, se deben aislar segmentos de red y limitar el acceso basado en el rol (RBAC), con el objeto de reducir la superficie de ataque y dificultar las acciones agresivas que se muevan lateralmente dentro de la red.

Capacitación en ciberseguridad
Es demasiado frecuente que los ataques encuentren eslabones débiles entre los propios empleados, por lo que es de vital importancia una constante formación en ciberseguridad entre los trabajadores.

Auditorías y pruebas regulares
Con la realización de auditorías de seguridad y pruebas de penetración, se logrará identificar y corregir posibles espacios vulnerables antes de que alguien los descubra. Con estas auditorías también se evalúa la eficacia del EDR para garantizar su pleno rendimiento.

Políticas de respuestas
No es suficiente con las capacidades automáticas de respuesta que proporciona un EDR, aunque estas sean realmente útiles. Habrá que incorporar políticas claras sobre la forma en la que deben manejarse los incidentes, incluyendo procedimientos para escalar problemas a los equipos de seguridad, notificando a las partes interesadas y coordinando la respuesta con otras áreas de la organización.

Monitorización y análisis de logs
Implementar soluciones de análisis de logs generados por el EDR y otros sistemas de seguridad permitirá identificar patrones de ataque que podrían pasar desapercibidos, proporcionando información de gran valor para reforzar las defensas cibernéticas de las compañías.