La segunda jornada del juicio político a Julieta Makintach en La Plata comenzó con un testimonio incómodo para la magistrada: el juez Ariel Alfredo Introzzi, su compañero del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 2 de San Isidro, con quien mantenía un trato cotidiano en el edificio de la calle Ituzaingó. Pero no fue el único relato duro de escuchar para ella: también declaró el fiscal José Amallo, a cargo de la investigación sobre el documental, quien la complicó al asegurar que Makintach no era solo protagonista, sino también productora.
“Cuando uno ve este material no es que ella se prestó. Es un protagonismo que ha decidido mantener la Dra Makintanch. Todas las imágenes que habían captado al inicio no hubiese podido realizarse sin las autorizaciones y habilitaciones de la Dra makintach. La que habilitó a que personal policial hiciera ingresar a Ponti (dueño de una productora), Vidal (amiga de la jueza) y Huarte (camarógrafo) fue ella”, aseguró el funcionario judicial de San Isidro. Y agregó: “No solo fue la protagonista, fue una productora que colaboró en la producción de ella”.
Sobre lo descubierto en la causa, dijo: “Nos sorprendió que cuando vemos el material había uno que estaba subtitulado en inglés, con una duración mayor. Ahí uno empieza a ver cierta relevancia de lo que teníamos enfrente. Yo pensé que estaba malinterpretando los hechos, que esto no podía ser así porque sería un bochorno. Ver por las cámaras de seguridad como ingresaba la Dra con cuatro personas, las tomas adentro del tribunal, pensaba ‘¿cómo se prestó a esto?”.
Antes de Amallo pasó el juez Introzzi, que era uno de los testigos claves de la jornada por el estrecho vínculo que tenía con Makintach. La conoce desde hace años, sabe cómo trabaja y, al momento en el que se conoció el escándalo en el juicio por Maradona, fue uno de los primeros en cuestionar su accionar y aconsejarle que renuncie.

