Los ojos del mundo están puestos en San Juan por el auge del cobre con un puñado de proyectos de clase mundial que a mediano plazo darán un extraordinario pulso a la minería argentina.
Pero mientras tanto, otro producto que germina en estas tierras, el pistacho es furor y tendencia gourmet que conquista paladares de Argentina y el mundo. Lo que da impulso a nuevos mercados con este fruto seco milenario que hoy más que nunca está boca de todos, literal…
Después de boom de una marcha multinacional, hora una industria nacional líder saca el chocolate Dubai propio.
Se trata de una edición limitada de chocolate con leche, relleno de crema de pistachos y crocante de kadayif.
Este chocolate Cofler Dubái de Arcor ya se puede comprar en kioscos, almacenes, supermercados y estaciones de servicio, a un precio sugerido de $ 3200 la tableta de 45 gramos, contra la tableta proveniente de Estados Unidos, que pesa 250 gr, rellena de pasta de pistacho combinada con la oriental kadayf, y se vende unos $ 45.000.
Haciendo equivalencias de peso y precio, harían falta 5 chocolates y un cuarto con pistacho de Arcor para compensar el volumen de los que llegan del exterior.
Esto sumarían un costo total de $ 16.800, o sea, más de dos veces y media menos que el precio del chocolate Dubai que llega del exterior.
La otra línea que sacó la firma con sede en Arroyito, Córdoba, el Cofler Cups, compite directamente con la famosa golosina rellena de mantequilla de maní proveniente de Estados Unidos, Reese’s, que no se distribuyó masivamente en Argentina.
Con el Dubái, la salida al mercado es experimental hasta verificar si el boom del pistacho se prolonga en el tiempo o es un rebote de la moda que baja de Europa.
La apuesta va más allá de desplazar a la competencia importada en un mercado interno en crecimiento.
El 50% del público argentino come chocolate de 1 a 4 veces al mes. Y las tabletas son el modelo favorito de los consumidores, con el 46% del volumen total de la categoría.
San Juan como protagonista
El cultivo de este fruto seco milenario en Argentina está en plena expansión, con San Juan como protagonista indiscutible. La combinación de un clima seco y cálido, junto con la dedicación de productores locales, ha permitido desarrollar pistachos de alta calidad que ya comienzan a exportarse. Aunque el cultivo requiere paciencia, ya que los árboles tardan unos siete años en dar frutos, la apuesta es fuerte y promete consolidar a la región como un referente nacional e internacional.
De acuerdo con un informe de la consultora Mordor Intelligence, la pandemia de Covid-19 impactó desfavorablemente en el mercado del pistacho, aunque luego el segmento rebotó: prevén que el tamaño del mercado crezca de US$4500 millones en 2023 a US$5600 millones para 2028, a una tasa compuesta anual de 4,47%. Estados Unidos, Turquía e Irán poseen el 95% de la producción en todo el mundo.
En la Argentina, la producción de pistacho se concentra en las provincias de San Juan (57,5%) y de Mendoza (23%).

Beneficios para la salud
El auge del pistacho también se explica por sus múltiples beneficios para la salud. Rico en proteínas, hierro, magnesio, vitamina E y grasas saludables (Omega 3 y 9), este fruto seco ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud cardiovascular y controlar el peso.
Su contenido en antioxidantes y fibra lo convierte en un aliado ideal para quienes buscan un estilo de vida saludable sin renunciar al placer gastronómico.
- Ayuda a reducir el colesterol.
- Protege de la hipertensión arterial.
- Equilibra los niveles de azúcar en sangre.
- Reduce el riesgo cardiovascular.
- Es un aliado contra el Síndrome metabólico.
- Genera saciedad.
- Fuente de antioxidantes.
- Mejora la apariencia de la piel.

