Lo que parecía ser una licencia médica terminó en un escándalo político de proporciones. Susana Zenteno, intendenta del departamento Valle Viejo en Catamarca, quedó en el ojo de la tormenta luego de ausentarse de su cargo por motivos de salud y ser descubierta disfrutando unas vacaciones en el Caribe.
Todo comenzó el 22 de mayo, cuando desde su entorno enviaron una nota al Concejo Deliberante informando que la jefa comunal no podía cumplir funciones debido a una “indisposición sobreviniente”. Sin embargo, la versión oficial se derrumbó cuando una historia de Instagram publicada por su hija —quien también trabaja en el municipio— reveló que ambas estaban en un lujoso hotel de República Dominicana.
La situación se volvió insostenible cuando desde una radio local confirmaron, tras comunicarse con el hotel Iberostar, que Zenteno y su hija estaban alojadas allí. A partir de ese momento, se desató una ola de reclamos: dirigentes opositores presentaron pedidos de informe, una denuncia penal e incluso comenzaron a juntar firmas para un juicio político.
Uno de los denunciantes, el presidente de la Juventud Radical catamarqueña, Ángel Barrios, fue más allá y pidió investigar no sólo la ausencia irregular de la funcionaria sino también el origen del dinero con el que se costeó el viaje. Habló de presunta malversación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito.
Desde el oficialismo, el único que salió a defenderla fue Rolando Contreras, secretario general del municipio, quien aseguró que el viaje fue parte de las vacaciones de la intendenta y minimizó el hecho. Según dijo al diario El Ancasti, “la intendenta se olvidó de firmar el decreto” que autorizaba al presidente del Concejo, Lucas Cisternas, a asumir el Ejecutivo durante su ausencia.
Pero la explicación no convenció. Cisternas también aseguró que nunca fue notificado formalmente del viaje, y que sólo recibió un llamado telefónico que le decía que Zenteno estaba enferma. Ahora, él también podría ser alcanzado por la justicia si se confirma que sabía del viaje y no lo denunció.
El episodio generó fuerte revuelo en Valle Viejo, un departamento de poco más de 35 mil habitantes, donde aún no se conoce la versión de la propia Zenteno.

