Señor director:


¡Cómo no dedicar unas letras a este emblema de nuestro terruño! Cómo no alabar el acto presentado hace unas noches, con bailes y música típicas de esas tierras milenarias del Medio Oriente, enclavadas aquí, en un escenario, plena calle Entre Ríos de nuestro San Juan, escuchando ritmos tradicionales interpretados por Hachen. A los mayores hizo vibrar de emoción, como a mí, al recordar, las visitas a casa de los amigos paisanos" turcos" cariñosamente llamados así. Recordé la casa de los Medawar, Fagale, y mi amiga íntima, Bita Madcur. Allí descubrí, escuchando la música en discos de pasta, los ritmos árabes que ante el asombro de don Wadi, me fascinaban... "La Libanesa", con los fabulosos bailes de carnaval. Infaltable todas las noches. Allí se escucharon las primeras declaraciones, romances, bailando los ritmos de la época. Diversión sana, alegre, ¡imborrables! Ni olvidar los bailes del Liceo General Espejo. Cuando ensayábamos la elegante danza de salón "los lanceros". Esas columnas majestuosas eran testigos. Relaciones tan distintas a nuestro presente: simplemente suspirábamos al recordar, cuando los "chicos" te tomaban la mano en esa danza, ¡con una suavidad que no olvidabas! Casamientos, festejos y actos solemnes, vividos allí, con la belleza de su escalinata, escultura y muros al estilo moruno. Un verdadero emblema, no solo de nuestro pasado generacional, sino de una cultura rica aquí en San Juan. Felicito a los miembros de este club por los festejos realizados y los por realizar anunciados. A las familias que inculcaron en sus jóvenes el orgullo de sus raíces, presentes con ropas típicas tradicionales. Y a la colectividad toda, por ser un verdadero aporte a nuestra idiosincracia sanjuanina.



Beatriz Albaladejo
Licenciada en Ciencias Políticas