Señor director:
La deplorable actitud de la diputada nacional, Graciela Camaño, en el Parlamento; nos indica con qué bueyes estamos arando. El sólo hecho de votar a favor una Ley que "tumba" al gobierno y a toda la sociedad en su conjunto, por ser inviable en lo económico en precisos momentos que el gobierno enfrenta el desopilante saqueo de las arcas públicas, originado por el kirchnerismo que, -están siendo procesados por la Justicia y es de público conocimiento. Esta actitud merece el repudio colectivo por bochornoso y antidemocratico.
A Graciela Camaño, se le subieron los humos olvidando sus orígenes. No posee el más mínimo respeto cuando se enfrenta con quien no le simpatiza políticamente. En los debates, le indica a sus contrincantes, sin sonrojarse, si son estúpidos, o le pega sorpresivamente una cachetada como lo hizo con Kunkel y otras barbaridades. Pero; lo que la calle no soporta que le diga al Presidente de la Nación, Mauricio Macri: "Que se calme".
Lo que debería hacer Graciela Camaño es calmarse ella e imitar la educación y el don de gente de Mauricio Macri y no olvidarse que queda pésimo en una mujer, más aún en un recinto como el Congreso, mostrarse y llamar continuamente la atención como una vulgar patotera.
