Señor director: 


La bicicleta no desaparecerá. Esa parece ser la consigna en muchas capitales de diferentes países del mundo. Y, esas noticias al respecto que se pueden leer y escuchar de manera permanente, me hizo reflexionar. Es que, desde que aparecieron los ciclomotores, allá en la década de 1990, San Juan era una provincia en la que la mayoría de los ciudadanos se trasladaba en bicicleta, quizás debido a que las distancias no eran tan largas. 


No importaba la clase social, miles de personas iban a sus trabajos, escuelas o bien a pasear en esa clase de rodados. Esto pudo haber sido el por qué a los sanjuaninos les gusta tanto las competencias de ciclismo. 


Pues bien, ya iniciado el siglo XXI, con la irrupción en el mercado de las motos 110 centímetros cúbicos, las bicicletas casi desaparecieron. Estas motos eran y siguen siendo económicas, tienen mayor velocidad y se puede trasladar a mayores distancias en menor tiempo. 


En la actualidad hay motos de mayor cilindrada y cada vez menos bicicletas. Quienes se ven en estos rodados movilizados por tracción a sangre, son personas que practican el deporte del ciclismo en las modalidades rutas o montain bike. 


A todo esto, en diversos países sudamericanos como europeos, se promociona el uso de la bicicleta con el fin de promocionar la salud entre niños, jóvenes y adultos. También para contribuir a cuidar el medio ambiente y bajar los niveles de contaminación. 


Sería bueno que acá también volvamos a la bicicleta. Y que en todo caso, se promocione su uso, debido a los grandes beneficios que aporta este rodado a la sociedad.