Las quejas sobre la cantidad de perros abandonados en la vía pública son constantes y este problema va a persistir hasta que no se haga conciencia de que quien tenga animales de compañía (perros y gatos) los deben esterilizar (al menos las hembras). Por el bien de todos (humanos y animales) la castración debe ser obligatoria. El que no cumpla esta norma, deberá ser multado.

Entendamos que el 90% de los cachorros que nacen no conseguirán un buen hogar e irán a la calle. Muchos, lamentablemente, mueren y los que sobreviven, deambulan sufriendo todo tipo de calamidades y desprecio; molestando a las personas y ocasionando accidentes. Desde luego, el ser humano es el responsable de este flagelo, porque los animales que están en situación de calle, han nacido en una casa. Los proteccionistas (yo lo fui), trabajan incansablemente, pero luchan contra la corriente, mientras socorren a diez, ya hay cien más abandonados. Es una tarea interminable y agotadora, y lo que reciben a cambio es el reproche de los que no hacen nada, responsabilizándolos de la situación que, con mucho sacrificio, tratan de solucionar.

Seguramente habrá que incrementar los puestos gratuitos de esterilización para dar satisfacción a las demandas de la población, que siendo obligatoria, tendrá que acudir. Si no se cumple, la reproducción continuará y la problemática seguirá eternamente.

La convivencia hombre-animal debe ser algo hermoso y gratificante. Teniéndose en cuenta que se trata de un animal de compañía, debe considerárselo, un integrante de la familia. En nombre de los proteccionistas, pido conciencia y empatía. No reproducir para no abandonar.

Por Rita Aída Spinosi   DNI 4.500.302