Señor director:

Como ciudadana y docente deseo hacer una reflexión sobre el paro dispuesto en el ámbito escolar y decirles a los maestros lo siguiente: Mis años de vida me permiten marcar el cuidado que se debe tener ante la conducción de los gremios: es fácil pedir sin dar.

Ellos viven del conflicto. Gracias a ellos, tienen sus abultados sueldos (no lo de los trabajadores docentes). Además no actúan con visión país, sino en función del beneficio personal.
Por otra parte, la vocación docente, debe primar en cada uno de ustedes (hoy a veces olvidada).

Por último deseo recordarles que son personas preparadas. Entonces ¿por qué se prestan a ser llevadas como ovejas? Juéguense individualmente. Enfrenten al gremialismo, pero con la condición de que el gobierno valore este acto altruista y solucione el problema educativo. Entonces habrá buenos docentes, en base a una buena remuneración.

Como pueblo, yo pediría: necesitamos de ustedes los docentes. Demuestren vuestra capacidad. ¡Juéguese independientemente! ¡Los apoyamos!