Señor director:

¡Subió la nafta! Un 5%. Entonces todo aumenta un ¡20%!: el transporte, los fletes, los impuestos, la inseguridad, la vagancia, la deshonestidad, la corrupción, los negociados, la injusticia, el desorden, la violencia, la pornografía, la drogadicción. ¡Subió la nafta de nuevo! Un 6%. Entonces todo aumenta un ¡30%!: las huelgas, los piquetes, los asaltos, la delincuencia, la desocupación, la politiquería, la ignorancia, la incultura, la obscenidad, el plus, el libertinaje. ¡Subió la nafta otra vez! Un 7%. Entonces vuelve a aumentar todo un ¡40%!: el pan, la leche, el gas, la luz, el teléfono, la carne, las verduras, el café, la ropa, la aspirina, los chorizos, los besos. "Mamita, dame un besito antes de que aumente", rogaba Mafalda en la popular historieta. ¡Bajó la Nafta, si, si, bajó! No se puede creer. Un 10%.

Entonces todo aumenta un ¡50%! No hay motivo, pero la picardía de algunos es tal que, aunque la nafta baje su precio, lo mismo sube todo. ¿Por qué, por qué? Nadie lo sabe pero es real y el mundo sigue dando vueltas… En el país donde este fenómeno ocurre desde tiempos inmemoriales todos son honestos, justos, laboriosos, solidarios, respetables, prudentes, veraces, serios, licenciados, especialistas y otros adornos. -"¿Qué país será, cómo se llama?", preguntó una maestra en la escuela.

– ¡Jaujalandia, Jaujalandia! – gritan los niños a una sola voz. – Muy bien 10, adelante, el porvenir es de ustedes. ¿Qué tal?