El Gobierno de Bolivia reconoció por primera vez en 17 años que el país se está convirtiendo en un centro de producción de cocaína en lugar de ser sólo un lugar de tránsito y cultivo de hojas de coca. "Hoy se encuentran 37 megalaboratorios que llevamos destruidos hasta agosto de 2023", reconoció un alto funcionario de gobierno.
El país del altiplano es, junto a Colombia y Perú, ampliamente reconocido como uno de los mayores productores de coca del mundo, la materia prima de la cocaína. Sin embargo, el Gobierno ha sostenido durante mucho tiempo que la producción de cocaína lista para su consumo era limitada.
En un cambio de tono, el Gobierno dijo esta semana que había destruido un importante número de laboratorios en la región tropical del Chapare, una de las principales áreas de cultivo de hoja de coca y un bastión político del expresidente izquierdista Evo Morales.
Por Mónica Machicao
Agencia Reuters
