Señor director:


Las bombas de estruendo son confundidas con fuegos de artificios o pirotecnia. Son mal usadas en fiestas religiosas, siendo que son de uso militar. En ese sentido, se ha llegado a la prohibición de su uso en distintos lugares del país. En San Juan, en muchos municipios, el de la Capital es uno, inteligentemente y a través de ordenanzas, que es ley, se sumaron a esta movida nacional y provincial. Pero, por desgracia, esto no sucede en las fiestas patronales en Concepción, porque es de todos los días hacer tronar el espacio con bombas bélicas de estruendo. Yo pregunto: ¿para qué están las campanas que anuncian los rituales con alegría y sabor a fiesta?. Leyendo la programación de todas las actividades en honor a la Virgen, el día 8 se tiene previsto una "salva de bombas'', o sea 21 disparos de bombas de estruendo, como saludo a la Inmaculada. Esta es una acción irrespetuosa, que lejos está de respetar las leyes y ordenanzas creadas para tal fin. Conozco a un niño autista, que cuando suenan estas bombas, hay que suministrarle calmantes y contenerlo poniendo en riesgo su salud física y mental. Este capricho de los organizadores, no saben o no quieren conocer los daños que ocasiona a seres humanos y animales. Las autoridades municipales deberían hacer respetar las leyes y multar a quien no las cumpla, como en este caso a los organizadores de las "Fiestas Patronales de la Inmaculada Concepción''. Haré las presentaciones correspondiente a la Defensoría del Pueblo, para que este mal proceder se termine y se obligue a respetar la Ordenanza municipal en favor de la calidad de vida de las personas y los animales.