Señor director:

Desde siempre, la gran responsabilidad de los padres, es criar a sus hijos con valores morales que les permita desarrollarse en la sociedad. Los padres también son el espejo donde los niños puedan ver esa ejemplaridad. Se acerca el Día del Niño y cuántos recuerdos vienen a nuestras mentes de tiempos vividos en familia y con las amistades del barrio. Quisiéramos proyectar esos juegos de antaño en nuestros pequeños. Pero, más allá de eso hay un gran tesoro para regalarles, el valor más grande de todos: el amor. Ese amor con el que debemos abonar la mente y corazón de nuestros pequeños, para que ellos sean felices y a la vez dar lo que recibieron. Y, si reciben amor, serán adultos que brindarán amor, de genuino, del bueno.

 

Luis Marín
DNI 12.892.748