Señor director:
Es inaceptable el mal estado en que se encuentran numerosas calles de la zona rural del departamento 25 de Mayo. Sin dudas que el motivo es por la falta de mantenimiento o de obras que están haciendo falta para facilitar la normal circulación de vehículos de carga, que se utilizan para sacar la producción. Cada año, los agricultores, entre viñateros y chacareros, reclaman la concreción de trabajos de mejora, con escasa respuesta, tanto desde Vialidad Provincial como del municipio departamental, que dejan pasar el tiempo, sin una solución al problema y sin comprender lo vital que resulta contar con calles en buenas condiciones.
De las arterias que se encuentran en peor estado, la calle 21 es la que presenta mayores inconvenientes al tránsito vehicular, especialmente los días de lluvia cuando hay sectores que se anegan.
En el tramo que va desde la ex ruta nacional 147 -actual ruta provincial 279 o calle 10- hasta la calle 7, los matorrales que han crecido a ambos costados, sumado al deterioro de la traza, hacen que la circulación sea muy peligrosa. El ripio casi ha desaparecido y los "serruchos", que se han formado a lo largo de este trayecto hace que los vehículos, especialmente camiones o camionetas que circulan cargadas con frutas o verduras, pierdan muy fácil su estabilidad o se quedan patinando en el barro.
La situación se agrava en las épocas de cosecha o período de vendimia, que es cuando decenas de camiones ingresan a las fincas. El mal estado de las calles, que se asemejan más a callejones, ha ocasionado en reiteradas ocasiones, que los rodados no puedan salir o que eventualmente vuelquen.
Junto al problema del mal estado de las calles está el del descuido de la red de drenaje de la zona. Se ha comprobado que hace más de 25 años que no se limpia el drenaje que se encuentra en las inmediaciones de la calle 21. Este descuido ocasiona una serie de inconvenientes como que el drenaje no funcione de forma correcta; que la calle esté sufriendo las consecuencias del avance de la humedad, con hundimientos y la revenición de su base y que está avanzando hacia las fincas cercanas.
La limpieza de drenes, como también su excavación periódica, es lo único que garantiza que cumplan con su objetivo. En especial en un período hídrico que se presenta muy abundante y con el riesgo de que las napas freáticas asciendan a niveles superiores.
Autoridades municipales, de común acuerdo con funcionarios de Vialidad Provincial y del Departamento de Hidráulica, deberían aprovechar este período invernal que se avecina para ponerse de acuerdo y abocarse a analizar esta realidad que se presenta con las calles y caminos rurales.
El objetivo tendría que apuntar a implementar un programa de mejoramiento que lleve a contar con esas vías en buenas condiciones antes del inicio de la época de cosecha de los distintos productos.