Señor director: 


Cada vez se siente más fuerte la intensidad de temporada veraniega. Los calores no sólo que son agobiantes, sino que hasta se vuelven desesperantes. En este marco, no he notado que las autoridades de los distintos organismos públicos provinciales y municipales estén emprendiendo campañas ciudadanas de prevención ante riesgos de diarrea infantil o deshidratación en el caso más común de los adultos mayores, como el cuidado de la población en general. 


Pienso que en San Juan, cuando se habla de cambio climático, por ejemplo, se piensa que eso es en otra parte del planeta. Parecemos una sociedad anestesiada y más aquellos que tienen la responsabilidad de liderar a la ciudadanía sean más expeditivos en las distintas áreas de la vida social. 


Necesitamos prevenir. No actuar cuando las tragedias naturales ya nos destruyeron. Estos veranos de temperaturas extremas son para tener en cuenta a nuestra gente, nuestros comprovincianos. Prevenir es mejor que lamentar, según reza el dicho.