Señor director:

Recordando cuando debíamos recorrer la antigua Ruta 12 para llegar a Calingasta surgió esta poesía que deseo compartir con los lectores de este diario. Se refiere a los inconvenientes que debíamos sortear para llegar al departamento cordillerano, pero que no quitaban lo hermoso que era pasar por el lugar:

Isla del Sauce, pasaste a ser un grato recuerdo/ de aquel querido camino/ que nos llevó a Calingasta.// Cuántas veces en verano/ buscamos la sombra fresca/ de tus verdes eucaliptus/ y de tus jóvenes álamos/ que a orillas del camino/ nos esperaban ansiosos,/ para el descanso obligado.// Muchas veces por un corte/ imprevisto de verano,/ poco a poco se formaba/ una larga caravana/ de camiones, autos y camionetas.// Superado el inconveniente/ todos estaban contentos/ felices de haber pasado/ la obligada contingencia.// ¡Qué importa toda la espera,/ que importa esta cortada,/ si después sigue el camino,/ y ¡Allá voy, mi Calingasta!

Josefina Duran
DNI 2.721.916