
Caminar por el centro de la Capital como en zonas cercanas, por momentos se hace muy peligroso. Muchos, por no decir la mayoría de los canteros que protegen a los árboles, están sin tapas que cubran ese espacio. También hay muchos más que tienen solo una de las dos tapas de cemento o bien están destruidas, por lo que son potenciales focos de accidentes. Esta situación hace que los peatones estén en constante peligro de tropezar y caer. Por lo tanto esto trae aparejado muchos problemas para la persona y para el Estado, ya que se tienen que movilizar los equipos de salud como ambulancias, médicos, enfermeros, choferes como la aplicación de medicamentos y camas, en caso de ser necesaria una internación. Así también se suma a un accidente de este tipo, personal policial. Es decir, si sumamos todos estos gastos que provoca un accidente de este tipo, estaríamos ante la presencia de miles de pesos en gastos. Todo esto podría evitarse colocando, reparando y brindando buena seguridad con los canteros de toda nuestra Capital y departamentos aledaños.
Por dar un ejemplo, los canteros que están en las veredas que rodean al Colegio Nacional Monseñor Pablo Cabrera, son gigantescos. Y, si bien brindan protección a los árboles, carecen de tapas que cubran esas superficies y que permitan a las personas transitar, sin miedo a caerse. Es de esperar que este tema sea solucionado por las autoridades municipales competentes, para salvaguardar la salud de todos las personas que a diario transitan de a pie las veredas de nuestra capital y Gran San Juan.
Por Lucrecia Silvestri
DNI 14.371.254
