Señor director:
Cantando a mi tierra, voy hilando estrofas/ y surge la magia que amalgama el verso.// Alabo a viñedos que brindan sus frutos/ para la vendimia, a briosas acequias,/ a las alamedas .a los olivares,/ al río bendito, a cumbres nevadas.// Elogio al terruño , tierra sarmientina,/ donde sopla el zonda. Canto a las montañas/ de este valle andino y broto en retoños/ trinando las rimas. Admiro en esta tierra,/ el esfuerzo digno de sus habitantes/ tan perseverantes al pie de los Andes.// Y así, con el canto, fluye cristalino/ este sentir mío. Seguiré alabando/ a mi tierra cuyana de cerros azules,/ buscando armonía, ¡hasta que Dios diga!
