Hoy, sábado 28 de noviembre a las 17 horas convocados en caravanas en la Plaza 25 de Mayo, adherimos a la manifestación que, para expresar el valor y el respeto por la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural, realizaremos por las calles de nuestra ciudad en favor del derecho humano a la vida de toda persona garantizado en la misma Constitución Nacional. Por tal motivo, invitamos a todos a participar de manera responsable, conforme a las normas sanitarias establecidas, promoviendo el debido distanciamiento social y el uso del barbijo; y velando por el cuidado de las exigencias democráticas basadas en el respeto mutuo, evitando cualquier forma de violencia.


Vivimos tiempos difíciles. A lo largo y ancho del país tratamos de sobreponernos a situaciones extremas con paciencia, ingenio y esperanza. Aún ante la pérdida de seres queridos en las familias; cuando padecemos el humillante aumento en la cantidad de hogares cada vez más pobres; en un año escolar que dejó al margen a una gran cantidad de alumnos y puso en evidencia la desigualdad de recursos y medios; cuando los heroicos agentes sanitarios agotados por el esfuerzo sobrehumano nos piden a gritos que cuidemos la vida; el sentido común -que abunda en el pueblo sencillo- nos revela que no hay lugar para pensar en proyectos legislativos que contradicen el discurso que dice cuidar a todos los argentinos como prioridad. 


La introducción del proyecto de Ley de aborto al Congreso Nacional nos sorprende tristemente.


Sabemos que, así como la dignidad de la vida y la promoción de los derechos humanos son conceptos centrales en una agenda auténticamente democrática, la situación general de la Salud Pública, planteada por esta dolorosa coyuntura, hace insostenible e inoportuno cualquier intento de discutir una ley de estas características.


La pandemia nos ha alertado que el Estado debe velar por el cuidado de la "salud pública''; es decir, el cuidado de la vida humana. El no cuidar todas las vidas, la vida misma, sería una falta gravísima de un Estado que supuestamente quiere proteger a sus habitantes. Valoramos positivamente el rechazo a este proyecto que diputados nacionales y senadores por San Juan han manifestado en estos días. Respaldados en convicciones personales y apoyados en la opinión de la inmensa mayoría del pueblo sanjuanino, que señala como prioritarios una agenda de temas en el que el aborto no surge como demanda. 

Lo que salva

El aborto no salva vidas. Lo que sí salva las dos vidas, en especial de las mujeres adolescentes y más vulnerables embarazadas, es el cuidado, la contención, el acompañamiento, la cercanía, medios económicos, educación, prevención, presencia del Estado y de otras asociaciones civiles y religiosas enmarcadas en un concepto amplio y humano de salud pública.




Por Arzobispado de San Juan de Cuyo
Acción Católica Comisión de Justicia y Paz