Dr Carlos Malbrán, su vocación lo llevó a ser un especialista sobre epidemias.

En el delicado contexto en que vive la sociedad argentina, cobra importancia y valor, la figura de un médico ilustre, poco conocido biográficamente, que efectuó una titánica tarea por erradicar las situaciones de epidemias. Se trata del Dr Carlos Gregorio Malbrán, célebre por sus investigaciones en bacteriología. Nació en 1862 en la localidad catamarqueña de Andalgalá. Era hijo de Manuel Malbrán y Carlota Figueroa. Su diploma de médico lo recibió siendo un joven, pues había sido un admirable estudiante y continuó siéndolo el resto de su vida. Estudió en la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires. Su tesis versaba sobre el cólera, epidemia común en aquellos años. Aún siendo practicante fue enviado para colaborar en la virulenta epidemia de cólera que se había producido en la provincia de Mendoza. Años más tarde fue igualmente comisionado a Paraguay para luchar contra la peste bubónica que se había desatado allí. Malbrán fue el precursor de lo que se denominó "la nueva bacteriología'', caracterizada por nuevos postulados y métodos en torno a las infecciones contagiosas, junto a la lucha sanitaria. Sus estudios y su capacidad fueron el sustento para que el Gobierno nacional lo designara a efectuar estudios de higiene y bacteriología en el afamado Instituto de Higiene de Münich y en el de Berlín, Alemania. De regreso a su tierra, lo nombraron jefe de Trabajos Prácticos de Anatomía Patológica, después profesor suplente en la misma cátedra y por último, docente titular. Así como este cargo ocupó otros, como inspector técnico de Higiene de la Asistencia Pública. Otro de los tantos méritos que tuvo fue el haber fundado la cátedra de Bacteriología en la Facultad de Ciencias Médicas. Igualmente nos legó escritos y monografías, como "Apuntes sobre salud pública''. Uno de sus biógrafos dijo de él: "Tenemos entendido que el distinguido profesor tiene un plan completo de defensa sanitaria del país, que no se basa en la adopción de medidas restrictivas de nuestras relaciones comerciales, sino que es amplio y liberal, consistente en medidas de higiene preventiva que pondrán al país y más especialmente a la Capital de la República, en condiciones de repeler cualquier invasión pestilencial''. Malbrán falleció en agosto de 1940 en Buenos Aires. El Instituto Nacional de Microbiología con justicia lleva su nombre. Sean estas líneas en gratitud a todos los médicos del mundo, especialmente de nuestro país, por la faraónica tarea que día a día realizan. (Fuente consultada: Revista Todo es Historia, marzo de 2006, número 464).


Por Edmundo Jorge Delgado 
Profesor - Magister en Historia