China envió un número récord de 18 bombarderos con capacidad nuclear a la zona de defensa aérea de Taiwán, informaron las autoridades de esta isla con un Gobierno democrático propio que Beijing considera como parte de su territorio. El país comunista aumentó la presión militar, diplomática y económica sobre Taiwán desde la elección en 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, que rechaza que la isla sea parte del gigante asiático. 

En una actualización diaria, el Ministerio de Defensa taiwanés indicó que 21 aeronaves chinas entraron en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) en las últimas 24 horas. Entre los aparatos había 18 bombarderos H-6 con capacidad nuclear, un récord desde septiembre de 2020, cuando Taiwán comenzó a publicar datos sobre las incursiones aéreas chinas, dijo el Ministerio de Defensa, informó la agencia de noticias AFP.

Los H-6 son bombarderos de larga distancia capaces de cargar armamento nuclear. Es raro que China envíe más de cinco a la ADIZ de Taiwán en un día, aunque sus incursiones aumentaron en las últimas semanas. Esta incursión ocurre después de que China impusiera la semana pasada nuevas restricciones a algunas importaciones de comida, bebida y licores procedentes de Taiwán. La ADIZ no equivale al espacio aéreo, sino que es una zona más amplia en la que cualquier aeronave extranjera debe anunciar su presencia a las autoridades locales. En el caso de la zona de defensa aérea de Taiwán, esta incluso se solapa con parte del territorio de China continental.

 

  • Protestas como las iraníes acaban en revolución

Más allá de su notable valentía, poco se sabe con certeza sobre los manifestantes que han abarrotado las calles iraníes en los últimos meses. En medio de la dura represión, los observadores externos tienen que basarse en artículos de prensa y publicaciones en las redes sociales. Sin embargo, cuando se recopilan datos, incluso estas fuentes fragmentarias pueden ofrecer pistas sobre la evolución y el destino del movimiento. Desde 1997, el grupo de investigación Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED) recopila información sobre disturbios políticos. Sus registros abarcan 1,6 millones de sucesos, como protestas o batallas, en 130.000 lugares. Entre ellos, los gobernantes iraníes afirman, sin pruebas, que detrás de los disturbios hay gobiernos extranjeros. Irán no había conocido el grado de agitación que suele seguir a este tipo de protestas desde su revolución en 1979.

El movimiento comenzó el 16 de septiembre, cuando Mahsa Amini, a quien la policía de moralidad iraní había detenido por llevar el pañuelo en la cabeza, murió bajo su custodia. Según ACLED, la revuelta iraní es el tercer peor periodo de 90 días medido por el número de protestas mortales, y el sexto por el total de muertes en protestas. Entre los diez primeros casos de cada categoría, la mitad acabó en revolución, golpe de Estado o guerra civil.