Señor director:


Vender comida en la calle es un arma de doble filo. Por un lado está muy bien que la gente se esfuerce en trabajar. Por otro, me parece que se debería inspeccionar ese tipo de mercadería, para evitar cualquier tipo de enfermedades en la comunidad. Me refiero en especial a quienes venden choripanes, lomos, hamburguesas y panchos.


Son muchos los puestos callejeros en distintos lugares de Capital y Gran San Juan, más aún cuando hay un evento importante que congrega a miles de personas. Creo que debemos ser todos responsables al momento de trabajar. Cuidar la clientela. Además, cumplir y hacer cumplir las normas sanitarias que exigen las autoridades correspondientes.