El otoño en esta provincia cuyana es la estación más hermosa del año, según voces de muchos hijos de esta tierra. Es por eso que se la recibe de una manera especial.
- San Juan otoñal
Llegó el otoño. Entonces, la mirada de hombres y mujeres es distinta, como diferente se muestra el paisaje urbano y rural. Las hojas de los árboles dejan sus ramas desnudas para dejar una alfombra de colores en veredas, calles y plazas. A veces, una brisa fría del Sur suele levantarlas por los aires. Es ahí que el romanticismo aflora, las charlas de café son más prolongadas, el aroma, la compañía parece cambiar las costumbres sanjuaninas. Un rico dulce de membrillo casero, una tostada con manteca y esos sabores tan nuestros.
Las charlas de los amigos de facultad en una "juntada'' alrededor de un mate con cosas dulces que siempre las chicas llevan para la merienda. Una caminata por alguna plaza o por el Parque de Mayo pisando hojas secas. Son tantas, pero tantas cosas lindas que se disfrutan cuando en San Juan es otoño.
Por Ramón Ochova - Poeta costumbrista
- Otoño dorado
Señor director:
Con motivo del inicio de la nueva estación del año, tengo el agrado de compartir con los lectores de vuestro diario esta poesía titulada "Otoño dorado''.
Frente a los cerros azules/ mi valle es todo dorado,/ con dulzor de uvas maduras,/ en mi tierra sanjuanina.// Presurosa de esperanzas/ sigue su ruta la acequia,/ con secretos de altas cumbres/ y del río de montaña.// Encendiendo bronce y oro/ se amodorra la mañana.// El coro ronco del zonda/ con ocre tambor alado,/ va saludando al otoño.// Ajados trapecios ocres/ arremolina la brisa,/ que sigue arriando las nubes/ hacia los cobrizos álamos.// En la danza de las hojas,/ del ciclo vital del año,/ luce el vibrante amarillo/ acompasado de luces.// Ya la mazorca del sol/ pone reflejo en las ramas/ y en las hojas mortecinas/ que va desangrando el viento.// La paleta se engalana/ con los matices bermejos,/
condecorando las hojas/ amarillas, desgranadas.// Frente a los cerros azules/ mi valle ahora es de oro.
Por Fanny Escolar de Siere - Profesora en Letras
