Señor director: 


Se supone que el ser humano tiene razonamiento. Pero parece que el hecho de transgredir las normas y consejos de especialistas y autoridades, hace de las personas tener cierta soberbia y sentirse omnipotente. A esa conclusión llegué, luego de ver en varias ocasiones madres y/o padres con sus hijos bebés en piletas donde había, también, decenas de adultos y niños más grandes.  


Pareciera que no se dan cuenta o no les importa los probables contagios de distintas enfermedades, además de que de por sí, estas aguas contienen alto contenido de cloro por diversos motivos. 


No se puede entender cómo no hacen caso de las recomendaciones que se dan desde los organismos como Salud Pública, por ejemplo. Observé gente metiendo al agua a bebés con pañales, por ejemplo, ante la presencia de guardavidas que en varios casos hacen la vista gorda a malas conductas que suceden en los natatorios de la provincia. 


Es de esperar que si hay padres que leen esta carta de lectores, reflexionen sobre los peligros a los que exponen a sus hijos en piletas públicas, aunque estén en ámbitos privados.