Señor director: 


Quiero compartir con los lectores este extracto de la publicación "Origen y formación de las enfermedades''. Esto es con el fin de hacer reflexionar sobre lo importante de la buena alimentación. 


Para los creyentes en la encarnación se dice que el alma está encarnada para expiar en esta encarnación sus sombras o partes de sus sombras, las cargas de las encarnaciones anteriores. Por eso, para el ser humano debería ser un mandamiento el mantener su cuerpo sano, en base a alimentos sanos provenientes de la naturaleza, por medio de pensamientos desinteresados y de una vida ordenada. 


Hay que unirse con cada órgano dándole las sustancias alimenticias necesarias que están contenidas en la naturaleza, en los frutos del campo. Vivifica el alma y el cuerpo con pensamientos positivos y alcanza así la unidad con el Espíritu. 


Los órganos absorben gustosamente las sustancias de la naturaleza si llevas una vida positiva y armoniosa. Quien quiera alcanzar la armonía con las fuerzas del Espíritu tiene que transformarse en el vencedor de su naturaleza animal, de sus pasiones y de sus sentimientos humanos. Tiene que romper las cadenas del odio, de la envidia y de la ambición, las cuales impiden a las fuerzas divinas servir y ayudar al hombre.