Señor director:

Muchas costumbres de antaño se van guardando en el arcón de los recuerdos. Me refiero en especial a las gastronómicas, que supieron enseñarnos nuestras madres y abuelas. Algunos platos tienen historias hasta pre hispánicas, otras, traídas de los inmigrantes europeos que con dos o tres ingredientes zafaban en los momentos en que el Viejo Continente padecía la Guerra Civil Española, como también la primera y segunda guerra mundiales. Por tal motivo, creo que en estos tiempos tan especiales que vivimos podemos aprovechar para enseñar a nuestros niños, adolescentes e incluso a adultos, esas comidas que ya son típicas sanjuaninas. Platos como el tomaticán, hecho con salsa de tomate, cebolla y huevos; humitas, hechas de maíz, las clásicas empanadas de carne, bien sabrosas. El locro y muchas otras recetas. También podemos incursionar en la construcción de hornos de barro, cuyo tutorial se puede encontrar en internet. Es increíble el sabor de las comidas hechas en estos hornos, donde con poca leña, podemos disfrutar de comidas típicas riquísimas. Es cuestión de animarse.