La presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, reafirmó en las últimas horas, el compromiso de su país con la autonomía de gobierno de Taiwán, en una visita a la isla que desató la furia de China, que la considera propia. "Nuestra delegación (...) llegó a Taiwán para dejar claro, de forma inequívoca, que no abandonaremos nuestro compromiso con Taiwán y que estamos orgullosos de nuestra amistad duradera", declaró Pelosi en un acto con la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen. "El mundo enfrenta hoy una elección entre la democracia y la autocracia. La determinación de Estados Unidos de preservar la democracia, aquí en Taiwán y alrededor del mundo, se mantiene incontrovertible", agregó.


La reacción de China, que considera a Taiwán como parte de su territorio, no se hizo esperar, y la Cancillería afirmó ayer que Estados Unidos estaba desplegando acciones "extremadamente peligrosas" y anunció ejercicios militares cerca de Taiwán.


China y Taiwán están separadas de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla. Estados Unidos reconoció en 1979 al gobierno de Beijing como el de toda China, incluyendo a Taiwán, aunque siguió dando respaldo militar a la isla.