Señor director:


Hay que destacar que a pesar de las cuestionamientos que generalmente se ponen a las nuevas legislaciones, hay casos en que es necesario capitalizar la mano de obra local en la búsqueda de soluciones frente a estos problemas que parecen insuperables.


Un ejemplo de esto es la importación de Crisoles refractarios. Estos son utilizados en Docimasia por los laboratorios metalúrgicos en la determinación de oro por vía seca sobre muestras. Normalmente definen una situación particular en el diseño de los proyectos mineros, en la provincia. Esto ha sido reemplazado gracias a la capacidad e ingenio de gente que se siente en la necesidad de innovar para orientar su actividad laboral en especialidades no desarrolladas en nuestro país. Esta es una reacción lógica y es una muestra más de lo que puede hacer una normativa tan criticada.


Tanto es así que, a la fecha, no sólo contamos ya con una fábrica tipo Pyme para la elaboración de estos Crisoles, sino que también el proyecto es tan ambicioso, que es idea de este emprendimiento de mano de obra calificada, iniciar la exportación de estos crisoles refractarios a empresas mineras de países vecinos, en una primer etapa, con una futura proyección internacional a largo plazo.