Señor director:

La mente humana es como el cosmos. Sus profundidades son insondables. La expresidente Cristina Fernández en relación a los hechos con los que el juez Bonadío justifica su procesamiento por encubrimiento y traición a la Patria, de conocimiento público a través del memorándum del acuerdo de inmunidad para Irán, dijo en su declaración en el Congreso: “Es una causa inventada sobre hechos que no existieron”. En las profundidades de su mente tiene registrado que un fiscal que murió asesinado por investigar y documentar la infamia, y todas las pruebas que surgieron a la luz pública, no existieron. Como expresa el editorial de un diario matutino, la expresidente en 2010, en la ONU, sobre la causa AMIA, anunció “su decisión de proponer a Irán que la investigación por el atentado se dirimiese en un tercer país”. No puede desconocer lo que ella misma anunció. Como viene sucediendo con otros personajes de la política, son valientes para delinquir cuando están en el poder. Pero cobardes que se esconden detrás de fueros dudosos, para eludir la acción de la Justicia.