La flota comandada por Hipólito Bouchard puso proa a la capital más boreal del imperio español en América: San Carlos de Monterrey en la Alta California. La flota argentina arribó el 22 de noviembre de 1818. A poco de llegar, Bouchard ordenó a su teniente Pedro Cornet, que comandaba la Chacabuco, que inspeccionara el estado de las defensas españolas. Al amanecer del 23, los dos buques argentinos comenzaron a bombardear el fuerte de Monterrey. Desde tierra respondieron con fuego a discreción. El combate se prolongó hasta la mañana del 24, cuando Bouchard y 200 de los suyos pudieron desembarcar y establecer una cabeza de playa. Derrotaron a una fuerza de caballería de más de 300 hombres. California era argentina. Así lo atestiguaban las banderas de Belgrano que flameaban en lo alto de todos los edificios de Monterrey.
Felipe Pigna
Historiador
