Señor director:
Hace unos días, cruzaba la plaza 25 de Mayo cuando observé un desagradable cuadro: dos chicas adolescentes, escribían con sus marcadores sobre los bordes de la fuente central sin darse cuenta del daño que estaban ocasionando al paseo público y esa obra escultórica que es símbolo de nuestra ciudad Capital.
Es probable que nadie les haya comentado la importancia que esa fuente tiene como patrimonio cultural. Haría falta que en las escuelas o en sus casas, los mayores se encargaran de mencionar estos temas y que les señalen lo que está bien y lo que está mal. Tener respeto por las cosas públicas habla muy bien de quien ejerce esta conducta, al igual que habla de la cultura que tiene una persona.
Es necesario que los jóvenes comprendan que las cosas de la vía pública no están para ser destruidas o dañadas. Pero somos los mayores los primeros que tenemos que inculcar ese respeto.
Eduardo Sanfilipo DNI 13.209.034