El Centro Cívico es un orgullo para los sanjuaninos. Se trata de un edificio cuya estética es muy agradable y su funcionalidad acorde a los tiempos modernos que se viven, aunque podría mejorar aún más sus prestaciones. Sin embargo, ocurren algunas cosas que es necesario corregir para que este ícono de la Administración Pública Provincial, tenga una imagen digna de respeto por parte de todos los sanjuaninos y visitantes. Es que en este lugar, cada vez crece el número de vendedores ambulantes. Están en la puerta de ingreso principal, en las veredas internas e incluso pululan por los espacios públicos cercanos como la plaza España

Ya sé. La gente de pensamiento populista y demagógico, dirá que hay pobreza, que hay que dejar trabajar a la gente, que hay miseria y un montón de cosas más. Pero esto es una opinión y hasta una afirmación subjetiva, relativa y usada políticamente, obvio que con fines sectoriales.

Con esto no es la intención de que se coarte la libertad de trabajar. Pero podrían hacer que los vendedores ambulantes se ubiquen en algún otro sector como el Parque de Mayo, donde quienes quieran sus productos vayan hasta donde están ubicados.

La otra alternativa es prohibir la venta ambulante en la zona. Algo que difícilmente ocurra porque nunca nadie quiere pagar costos políticos.
Si las autoridades provinciales y municipales dejan que este mercado persa siga avanzando en la zona, estaremos ante la presencia de imágenes que los sanjuaninos queremos dejar en el olvido. Me refiero a lo que se veía en el antiguo edificio "9 de Julio”, donde había tantos empleados públicos como vendedores ambulantes. Y, detrás o en medio de ellos, se escondían punteros políticos, estafadores, punguistas y mucha gente de mal vivir que hacía de las suyas en medio de tanta gente.

No permitamos que esta maravilla edilicia como lo es el Centro Cívico, se convierta en algo para lo que no ha sido construido. Los sanjuaninos merecemos utilizar los edificios públicos con con dignidad.