Señor director:  


Hablar de patrimonio material o tangible, es incluir también al patrimonio ferrocarrilero, un rango o nivel patrimonial que no hace mucho tiempo fue reconocido. Este patrimonio tiene una cantidad de valores sociales e históricos, con múltiples significados. Nos permiten comprender el pasado industrial, entre otras facetas. 


La historia de los ferrocarriles en nuestro país constituye un paradigma en cuanto a la organización socio-económica. Tiene trascendencias cuantiosas, que obviamente tienen plena vigencia. Sabemos lo que pasó en la desastrosa década de 1990, cuando nuestro ferrocarril de pasajeros dejó de funcionar. En DIARIO DE CUYO, un titular, con fecha octubre de 1992, decía: "Desde el lunes, San Juan y Mendoza quedarían sin tren". 


Lo que quedó de los ferrocarriles materialmente hablando, en algunos casos fue ignorado, abandonado y lo peor: destruido o robado impunemente. Se borraron estas huellas materiales, que contienen nuestra historia. 


En este caso me referiré brevemente al clásico puente del ferrocarril San Martín, otrora situado en lo hoy es el "Conector Sur", entre calle Las Heras y España, por 9 de Julio. Lógicamente que por los cambios de infraestructura que hubo, había que suprimirlo. Así se hizo. Pero según tengo entendido, se sacó de una manera brutal, sin especialistas que orientaran su erradicación. Hasta hubo que utilizar un soplete para cortarlo. 


Ahí comenzó su destrucción parcial. Luego, ¿qué paso con él? Se encuentra en un depósito de Gas del Estado, sobre la avenida "Costanera" o "Juan Domingo Perón", al poco de ingresar a ella por calle Salta, en el departamento de Chimbas. 


Nadie o pocos saben que es ese andamiaje de hierro y acero está tirado en un baldío, oxidado y totalmente olvidado. Parece ser que su destino final será una chacarita, o desarmadero, donde gente inescrupulosa o ignorante lo venderá por chatarra. Puede parecer una nimiedad, pero no lo es. 
Ese puente formó parte de nuestra historia o de la vida cotidiana sanjuanina. Preservarlo es un deber, que a largo plazo, suministrará frutos.