Agustín Videla, vendedor de productos regionales.

Al salir de Media Agua, rumbo al Sur por Ruta Nacional Nº 40, está la localidad de Tres Esquinas. Según cuentan los memoriosos, ese nombre quedó instaurado en la comunidad debido a que cercano a la ruta en el kilómetro 100 habían tres negocios que estaban en tres esquinas. De esto hace ya un siglo. Sin embargo, el nombre ya es una marca registrada para los viajeros que quieren llevarse un recuerdo de San Juan. Al transitar algunos kilómetros, al costado del camino, a mano derecha, se ven algunos negocios de construcciones rústicas. Cada uno de ellos tiene sus propias características, pero el denominador común en ellos es la madera. En esos estantes hay conservas de dulces, vinos finos de bodegas sanjuaninas, conservas de todo tipo, en su mayoría caseras y de emprendimientos locales. En plena siesta sanjuanina, cuando el sol abriga y la sombra de los árboles mete algo de frío, uno de esos negocios muestra todo el esplendor y tentación que ofrecen los productos. En medio de ellos, Agustín Videla, un chico de 17 años, de sonrisa amplia, atiende a los visitantes que se detienen en el local. El adolescente es muy amable. Cuenta que trabajan mucho en la temporada de uva y melones. Trabajan todos en familia conformada por sus padres y son 7 hermanos. Hace más de una década que elaboran dulces y conservas. Hacen las tareas en una finca donde tienen plantas frutales. De allí sacan la materia prima para la elaboración de sus productos. Mientras eso sucede, Agustín estudia en la Escuela Félix Aguilar, de Media Agua. Se las arregla para estudiar y ofrecer los productos a los turistas. Para el joven es una pasión el trabajar en la elaboración y venta de productos. Le gusta charlar con los turistas que les gusta comprar vino sanjuanino. El trabajo es arduo, porque de la venta es la fuente laboral con la que se mantiene la familia. Es que en este lugar, los vendedores de productos locales, también son verdaderos promotores turísticos de San Juan, donde todos los turistas quieren volver, sentencia Agustín.

Por José Correa
DIARIO DE CUYO