Señor director: 

El acto de la memoria realizado en la Capital Federal me ha dejado un sabor amargo. La vida me ha permitido vivir los avatares de la violencia a través de los golpes de estados y autoritarismos, supuestamente democráticos y me parece que no vamos bien. 

Personajes que sufrieron pérdidas familiares, hoy vuelven a repudiar la democracia a los cuatro vientos. La sociedad debe preocuparse por el retroceso institucional en curso, que seguramente repercutirá en su vida a la larga. 

Miremos las fotos de Venezuela y el lento camino a la muerte de ese país. A mi criterio, la democracia ingresó a "Terapia Intensiva” con pronóstico reservado.