Señor director:


Antes de que aparecieran las ideologías conservadoras existe el derecho de los padres a educar a sus hijos como mejor les parezca; un derecho que deriva directamente de la ley natural y que ningún gobierno, ninguna mayoría y mucho menos ninguna ideología, pueden vulnerar. Con el tema de la pandemia este tema, como tantos otros quedaron en stand by. Pero no hay que bajar la guardia contra lo inmoral. Las ideologías populistas en el mundo influyen en la opinión pública con propaganda y mediante un sistema que siempre le da resultado, el de la tergiversación flagrante del idioma. Ahora, desde los más conspicuos políticos y analistas, se afirma que los padres quieren ser ellos quienes enseñen, orienten y eduquen a sus hijos en materia de moral y sexualidad. Es importante que la sociedad en su conjunto reflexione y obligue, mediante el voto, el cambio de actitud para que no se adoctrine a nuestros hijos en las escuelas.

Pedro García
DNI 4.524.659