Señor director:


Si no puedes compartir algo con un niño en su día al menos acompáñale, como él quiere, tan sólo para recordar que tú fuiste uno de ellos. Las primeras prácticas pedagógicas en el profesorado de Filosofía y Pedagogía en el año 1986 mientras cursaba Didáctica de Jardín de Infantes y Escuela Primaria anunciaban que la conjunción de maestro y condición de padre serían uno de los antecedentes más importantes para alcanzar el objetivo logrado en 1996 de Profesor de Enseñanza Pre Escolar; egresando del ISPE, una vez realizadas las prácticas en la Escuela Fray Luis Beltrán en Rawson y San Juan de la Frontera, en Rivadavia. Si la educación en los primeros años de vida infantil era crucial para el desarrollo del niño, la vida afectiva y el juego eran su complemento ideal, aquel que nos llevó a sostener como proyecto la primera experiencia en San Juan de un "Jardín de Integración", organizado en la oportunidad por mi señora, la profesora Susana G. Quiroga, especializada en irregulares psíquicos como Maestra Diferencial. La experiencia que se extendió desde el año 1994 al 1999 tuvo por conclusión que los niños que asistían, se integraban de la mejor manera y ejemplarmente a los niños especiales. La integración así entendida significó que el juego didáctico y orientado en los espacios físicos eran el complemento perfecto de la vida afectiva del infante y que la presencia del adulto - maestro de Nivel Inicial - por el sólo hecho de acompañar continuamente el aprendizaje sería la novedad para San Juan. A partir de ese momento y hasta hoy, la figura del niño, sea cual fuese, daba mayor dignidad al educador, pues en cualquier lugar del país donde nos encontremos siempre habrá una posibilidad de integrar nuestros afectos, gracias a la bondad incondicional de ellos.



Mario Daniel Correa D'Amico
Primer Maestro de Enseñanza
Preescolar de San Juan