Celebramos el miércoles próximo pasado los 25 años de Encíclica "Evangelio de la vida”, de San Juan Pablo II Magno, sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana. En artículos anteriores reflexionábamos sobre algunos párrafos de este gran documento, publicado el 25 de marzo de 1995, fecha que el Santo Padre eligió justamente por celebrarse ese día la solemnidad de la Anunciación del Señor Jesucristo, es decir, el momento en que el Señor se hace embrión humano en el seno purísimo de María Santísima por acción del Espíritu Santo, y así se hace niño por nacer. Este día ha sido instituido para recordar y afirmar el derecho a la vida de aquellos, los más pequeños e indefensos, que no tienen voz, que van siendo plasmados en el seno de sus madres. Argentina declaró el Día del Niño por Nacer por decreto presidencial Nº 1046, el 7 de diciembre de 1998, basándose en que la vida humana es el mayor de los dones, y tiene un valor inviolable y una dignidad irrepetible. El derecho a la vida no es una cuestión de ideología, ni de religión, sino una emanación de la naturaleza humana. Resulta asombroso que, a 25 años de publicada, en nombre de la libertad, se pretenda desconocer el derecho fundamental a la vida del niño por nacer. Escribe el Papa: "El aborto provocado tiende a perder, en la conciencia colectiva, el carácter de delito y a asumir paradójicamente el de derecho, hasta el punto de pretender con ello un reconocimiento legal por parte del Estado y la sucesiva realización mediante la intervención gratuita de los mismos agentes sanitarios” (n.12). Se pretende interpretar este delito abominable contra la vida como una legítima expresión de la libertad individual, que debe reconocerse y ser protegida como verdadero y propio derecho. Se incurre así en una sorprendente contradicción, dice el Santo Padre: "En una época en la que se proclaman solemnemente los derechos inviolables de la persona y se afirma públicamente el valor de la vida, el derecho mismo de la vida queda prácticamente negado y conculcado+ por el aborto (n.18). El derecho argentino protege la vida del niño por nacer desde el momento de la concepción; sin embargo, crecen continuamente las presiones para obtener un cambio en nuestro ordenamiento jurídico que permita legitimar el aborto.
Por Ricardo Sánchez Recio
Lic. en Bioquímica, Profesor
Orientador Familiar, Instructor PNF
