Señor director:

Ayer, 11 de noviembre, se conmemoró el Día Internacional del Hombre, que tiene sus razones e historia. Nace en 1999 en Trinidad y Tobago, que luego es reconocido por la Unesco. Pero valga este celebración para saber, “también” por qué lo festejamos. – Acá no es cuestión de músculos, porque un beso a tiempo y con amor, te pone en un mejor escalón. – Acá no es cuestión de tener un carácter agresivo o de gritar. Si una sonrisa y a los ojos, enamora mucho más. – Acá no es cuestión de hacerse el macho, si con que seas hombre, basta.

– El hombre “no llora”, pero derrama lágrimas de sentimientos y sabe pedir perdón. – El hombre no es sólo aquel que es “descuidado”, también es el que sabe ponerse un perfume y oler agradable.

El hombre no tiene edad, sólo tiene sus tiempos. Ayer niño, hoy esposo, y mañana abuelo.

– El hombre no es el que se burla o falta el respeto, también, y es más, cuando entendemos que todos somos iguales, no importando los anexos. – El hombre fue, es y será la espalda más fuerte (la historia lo dice). Cristo llevo y cargó su cruz. Nosotros sepamos llevar la nuestra, siendo honestos y siendo hombres de bien.