Señor director:

Es lamentable lo que me sucedió hace un año aproximadamente en relación al gremio de UDAP, más precisamente con el coseguro. Relato sucintamente lo sucedido: Advirtiendo -año 2020- que la prestación de coseguro flaqueaba en varios de sus servicios, opte por renunciar y adherirme a los beneficios de otro. Presente la nota de renuncia al coseguro, y como afiliado al gremio, ídem el resto de mi grupo familiar. Al momento de dejar la nota de renuncia, la empleada de recepciones me manifestó verbalmente que el gremio continuaría descontando de mis haberes el importe del coseguro por el termino de tres meses, y luego me devolverían en tesorería dicho monto. A la vieja usanza yo creí en "la palabra” de lo que me prometieron. Cabe aclarar que en el momento de la renuncia abone el importe extra adeudado y que el gremio cobra a sus afiliados mensualmente. Pasado los tres meses y cuando UDAP concluyó sus descuentos, asistí a la sede gremial y ¡oh sorpresa! me expresaron que no me correspondía ese desembolso por una deuda histórica o algo similar. Lo llamativo es que esa deuda es exactamente el monto que me debían, tema que nunca entendí. Luego de lo expuesto me quede con cierto sabor amargo, indefenso, con descreimiento en los líderes sindicales, con impotencia y con irritación, porque dicho llanamente ellos nos despojan, por no utilizar otro termino. Mucha razón tiene don Buenaventura Luna cuando sentenció: "y el tiento siempre se corta de fijo en lo más "delgao”.