
Las veredas están marcadas con una línea que a veces está acompañada por un texto: "Mantenga la distancia de 1,5 metros". Dentro de los supermercados y demás comercios de diversos rubros sucede los mismo. Los locales gastronómicos con mesas distanciadas y marcas que señalizan el espacio entre personas o pequeños grupos de clientes. Todos estos "protocolos" (palabra de moda en esta pandemia), se terminan cayendo y siendo un tanto inútiles, cuando los clientes se cruzan a centímetros de distancia y hasta se chocan en la pasillos y demás sectores de los negocios. La experiencia de este relevamiento hecho por este medio dio como resultado que los peatones como clientes, en algún momento entran en contacto, pese a las medidas de precaución exigidas por el gobierno. Un ejemplo fue que en una ferretería muy conocida en la provincia, pese a estar en la fila, muchos clientes pasaban a centímetros de distancia por el mismo pasillo en ambos sentidos, por lo que el riesgo de contagio del coronavirus es muy alto. Este medio recorrió distintos locales y pudo comprobar que los negocios visitados y aun el caminar por las veredas, por más protocolos exigidos, no funcionan porque hace falta algo que casi no sucede. Se trata de la circulación en un solo sentido. Es decir, si de negocios se trata, se hace necesario que se indique de manera verbal como señalizado que las personas circulen entre los pasillos donde se encuentra la mercadería en un solo sentido, tal cual se hace en ese antiguo juego infantil del laberinto.
En las veredas céntricas como en los distintos departamentos de la provincia, los peatones corren riesgos graves al caminar en direcciones opuestas. Incluso es muy factible que las distancias sean inferiores a 60 centímetros como también hay veces que se hace imposible no rozarse. Uno de los mayores peligros de contacto es en las esquinas, al momento que la luz del semáforo lo permite.
Al observar esta situación, también se puede llegar a la conclusión de que los peatones podrían caminar, por ejemplo, por las veredas que dan a su mano derecha y cambiar a la vereda opuesta por la senda peatonal ubicada en las esquinas. De esa manera no habría riesgos de que los peatones se crucen o se choquen en su tránsito por las veredas.
No hay dudas de que este virus tomó al mundo sin preparación por ser algo nuevo. Y, que también se hacen protocolos a modo de ensayo y error. Por tal motivo, a las medidas tomadas se podrían llevar a cabo el ejemplo de caminar en sentido de las agujas del reloj o a la inversa. La idea es que no haya contacto entre las personas para evitar la propagación del virus.
Por José Correa
DIARIO DE CUYO
